Después de algunos años del taller de pintura mural en la escuela Josep ventalló de Terrassa (Barcelona) he vuelto a hacer pintura mural y en esta ocasión en muros de una calle de Barcelona. El primer trabajo fue un Guernika de colores. La idea surgió a raíz de la guerra de Irak, como un intento civilizado de protesta.

El segundo trabajo es un mural de Joan Miró. El tercer trabajo, que en esta ocasión son dos, fue hecho el fin de semana de las elecciones del 14 de marzo del 2004. El cuadro del Grito de Munch estaba decidido hacía tiempo, pero resultó ser muy acertado por el dificil momento vivido en el país después de los atentados de Madrid.

El mural de la primavera del 2004 es una interpretación de una obra de C. Monet que tiene bastante que ver con la estación del año y aporta un bocanada de aire fresco.

Las últimas obras son El jardín de las Delicias del Bosco y Mujeres en la playa de Sorolla.

La intención mía y de la Asociación de Vecinos del barrio que me apoya es la de hacer cada estación una obra conocida o reivindicativa hasta llenar el muro que aguanta la vía central de la ronda de Dalt.